El siglo XXIII

Cuando se rompió el reloj del tío Pepe, avanzamos en el tiempo.Estábamos en el siglo XXIII.

-¡Hijo!¿Qué has hecho con el reloj del tío Pepe?
-Lo he roto sin querer.
En aquella época había robots por las calles que hacían de policías, los coches volaban...Cosas increíbles.En esa época estábamos mi hermana, mi hermano y yo.Además no se pagaba con euros, sino con robots.Ni siquiera hacía falta andar.¡Era un lujo!
-¿Nos vamos a quedar aquí?- preguntó mi hermano.
-Cuando podamos nos iremos-dijo mi hermana convencida.
-¡Vamos a dar un paseo!
Anduvimos hasta que vimos una nave espacial.
-Vamos a montarnos.
Mi hermano se cayó.
-Nooooo!
El cohete despegó.Dentro del cohete había justamente 3 trajes espaciales.
-Vayamos fuera.
Todo el espacio estaba lleno de cohetes abandonados, robots oxidados, basura espacial...Los robots y la basura estaban invadiendo el planeta y el espacio.Teníamos que detenerlos, pero desgraciadamente, en ese momento, el técnico arregló el reloj del tío Pepe.

Nos quedamos con el deseo de salvar el futuro.El reloj del tío Pepe lo rompí otra vez, pero no funcionó.Lo que hice fue rematarlo.
¡Qué frustación!