Como en la montaña no vivía nadie , a la gente no le importaba que los cortaran. Había alguna gente que se preocupaba y se manifestaba, pero no surtía efecto.
Un día, el árbol jefe de la montaña convocó a todos los árboles a una reunión:
-Esto está llegando demasiado lejos-dijo- nos van a cortar a la mitad y no lo podemos permitir.
-Pero papá ¿qué podemos hacer? son humanos, no podemos luchar- dijo su hija preocupada.
-¿Ah no?, ¿quién dice que no podemos?- preguntó el padre.
-Pues, hombre, cariño, la cosa estaría complicada, los humanos tienen armas de fuego- respondió la mujer.
-Podemos pedirle ayuda al viento, el agua y al sol-sugirió un árbol joven.
-Sí, eso no estaría mal- pensó la hija.
-Sí, les pediremos que nos ayuden- decidió el jefe.
-Será arriesgado pero, si os hace ilusión yo no os la voy a quitar- se rió la mujer y se fue a preparar la cena.
-Pero no entiendo porque nos preocupamos tanto, si luego de todas formas moriremos- dijo de repente un árbol adolescente.
Al oír eso la mujer dio media vuelta y se acercó al joven árbol:
-¡¡Pues mira si nos cortan tendrán que venir camiones, que gastan gasolina, que contaminan, y además no podemos rendirnos así, somos árboles y vamos a demostrar de lo que somos capaces!!- chilló la mujer.
-Va-va-vale, pe-pe-perdón-tartamudeó el joven.
-Mamá relájate- le dijo la hija.
-Sí, sí, será mejor que me relaje, perdonad es que no lo he podido evitar- respiró hondo.
-O sea, que ya estás de acuerdo- le dijo el jefe sonriendo.
-Sí.
-Bueno, yo sé que solos no podemos así que aquí abajo hay una asociación "AYUDA A LA NATURALEZA" que sé que nos ayudara.
Y antes de que alguien pudiera decir algo, el jefe se marchó, dirigiéndose a la asociación:
-Dejadlo, confiemos en él, sabe lo que hace- dijo un árbol muy viejo.
A la mañana siguiente ,cuando los árboles se despertaron, se dieron cuenta de que había 20 personas mirándolos:
-Queridos árboles, os presento a "AYUDA A LA NATURALEZA".
-¡¡Hola!!- gritaron los árboles.
-¿Pero papá, no ibas a llamar al agua, el sol, y el viento?-preguntó la hija
-Lo hice, pero también tenían que ayudar a 10 bosques más-contestó el padre
-¡Fiémonos de estas personas, nos ayudarán!-chilló la mujer apoyando a su marido.
Y en esto oyeron camiones subiendo la montaña:
-¡Todos preparados, nos ataremos a vosotros, funcionará!-gritó una chica de la asociación.
Cuando vinieron los camiones no se esperaban ver ahí a la gente:
-Alcalde, ¿qué hacemos?- le preguntó un camionero
El alcalde se quedó pensando un momento y dijo:
-Voy a hablar con ellos, seguro que se desatan.
Un chica atada a un árbol que oyó lo que dijo el alcalde chilló:
-¡¡ No nos moverán, no talarán 1.750 árboles para construir y si quieren hacerlo lo harán por encima de nuestros cadáveres!!
Todos se quedaron muy sorprendidos con lo que dijo la chica:
-Guau, papá, esta chica si que quiere a la naturaleza- le susurró la hija al padre.
-Si, y los demás también solo que ella es la que más pulmón tiene.
La hija no entiendó bien lo que dijo su padre, pero pensó que era algo así que era la que más podía gritar.
Pero lo que gritó la chica parecía no haber funcionado, así que se disponían a cortar .Cuando los árboles cansados se rebelaron, al alcalde y los camioneros se asustaron pero se recuperaron pronto:
-¿Como sabéis que no os vamos a cortar?-preguntó haciéndose el chulo el alcalde.
-Pues muy fácil, moriréis si lo intentáis-dijo la mujer.
-¿Morir?-preguntó el alcalde
Como el alcalde le temía mucho a la muerte pensó que sería mejor no construir y dijo:
-¡¡Retirada!!
Todos los camiones obedecieron y se marcharon
-¡¡Sí, lo conseguimos!!- gritaron todos a la vez
-Muchas gracias-dijo el jefe.
-Creo que no hemos hecho mucho, el mérito es vuestro- dijo uno de la asociación
Celebraron que por primera vez los árboles habían ganado a los humanos.
Al día siguiente ,en las noticias salió todo lo que había pasado y que en la montaña estaba totalmente prohibido construir.
-Esto está llegando demasiado lejos-dijo- nos van a cortar a la mitad y no lo podemos permitir.
-Pero papá ¿qué podemos hacer? son humanos, no podemos luchar- dijo su hija preocupada.
-¿Ah no?, ¿quién dice que no podemos?- preguntó el padre.
-Pues, hombre, cariño, la cosa estaría complicada, los humanos tienen armas de fuego- respondió la mujer.
-Podemos pedirle ayuda al viento, el agua y al sol-sugirió un árbol joven.
-Sí, eso no estaría mal- pensó la hija.
-Sí, les pediremos que nos ayuden- decidió el jefe.
-Será arriesgado pero, si os hace ilusión yo no os la voy a quitar- se rió la mujer y se fue a preparar la cena.
-Pero no entiendo porque nos preocupamos tanto, si luego de todas formas moriremos- dijo de repente un árbol adolescente.
Al oír eso la mujer dio media vuelta y se acercó al joven árbol:
-¡¡Pues mira si nos cortan tendrán que venir camiones, que gastan gasolina, que contaminan, y además no podemos rendirnos así, somos árboles y vamos a demostrar de lo que somos capaces!!- chilló la mujer.
-Va-va-vale, pe-pe-perdón-tartamudeó el joven.
-Mamá relájate- le dijo la hija.
-Sí, sí, será mejor que me relaje, perdonad es que no lo he podido evitar- respiró hondo.
-O sea, que ya estás de acuerdo- le dijo el jefe sonriendo.
-Sí.
-Bueno, yo sé que solos no podemos así que aquí abajo hay una asociación "AYUDA A LA NATURALEZA" que sé que nos ayudara.
Y antes de que alguien pudiera decir algo, el jefe se marchó, dirigiéndose a la asociación:
-Dejadlo, confiemos en él, sabe lo que hace- dijo un árbol muy viejo.
A la mañana siguiente ,cuando los árboles se despertaron, se dieron cuenta de que había 20 personas mirándolos:
-Queridos árboles, os presento a "AYUDA A LA NATURALEZA".
-¡¡Hola!!- gritaron los árboles.
-¿Pero papá, no ibas a llamar al agua, el sol, y el viento?-preguntó la hija
-Lo hice, pero también tenían que ayudar a 10 bosques más-contestó el padre
-¡Fiémonos de estas personas, nos ayudarán!-chilló la mujer apoyando a su marido.
Y en esto oyeron camiones subiendo la montaña:
-¡Todos preparados, nos ataremos a vosotros, funcionará!-gritó una chica de la asociación.
Cuando vinieron los camiones no se esperaban ver ahí a la gente:
-Alcalde, ¿qué hacemos?- le preguntó un camionero
El alcalde se quedó pensando un momento y dijo:
-Voy a hablar con ellos, seguro que se desatan.
Un chica atada a un árbol que oyó lo que dijo el alcalde chilló:
-¡¡ No nos moverán, no talarán 1.750 árboles para construir y si quieren hacerlo lo harán por encima de nuestros cadáveres!!
Todos se quedaron muy sorprendidos con lo que dijo la chica:
-Guau, papá, esta chica si que quiere a la naturaleza- le susurró la hija al padre.
-Si, y los demás también solo que ella es la que más pulmón tiene.
La hija no entiendó bien lo que dijo su padre, pero pensó que era algo así que era la que más podía gritar.
Pero lo que gritó la chica parecía no haber funcionado, así que se disponían a cortar .Cuando los árboles cansados se rebelaron, al alcalde y los camioneros se asustaron pero se recuperaron pronto:
-¿Como sabéis que no os vamos a cortar?-preguntó haciéndose el chulo el alcalde.
-Pues muy fácil, moriréis si lo intentáis-dijo la mujer.
-¿Morir?-preguntó el alcalde
Como el alcalde le temía mucho a la muerte pensó que sería mejor no construir y dijo:
-¡¡Retirada!!
Todos los camiones obedecieron y se marcharon
-¡¡Sí, lo conseguimos!!- gritaron todos a la vez
-Muchas gracias-dijo el jefe.
-Creo que no hemos hecho mucho, el mérito es vuestro- dijo uno de la asociación
Celebraron que por primera vez los árboles habían ganado a los humanos.
Al día siguiente ,en las noticias salió todo lo que había pasado y que en la montaña estaba totalmente prohibido construir.
Muchos jóvenes y niños al oír en las noticias que los árboles hablaban, subían a la montaña a jugar, a escuchar cuentos, a quedarse un rato mientras los padres iban al cine e incluso a que los árboles les explicaran las mates.
Y cómo no, los árboles felices y la asociación también
Y cómo no, los árboles felices y la asociación también
No hay comentarios:
Publicar un comentario