Que se callen los cañones,
que dispensen los soldados,
porque las batallas son ilusiones
que sólo producen derrotados.
Que la paz siempre predomine,
sobre la guerra y la violéncia,
que el hombre nunca olvide
dónde lleva su impertinéncia.
Que los niños puedan jugar,
con sus alegrias en sintonía,
que los adultos puedan brindar
por un futuro pleno de armonía.
Que las armas sean destruidas,
porque sólo provocan muerte y sufrimiento,
que nuevas alianzas sean tejidas
porqu de la extinción no hay arrepentimiento.
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